Dentro de la historia de la independencia de Cartagena sobresalen los mulatos y pardos del barrio Getsemaní que al frente de Pedro Romero, luego de asaltar el almacén de armas, con fusiles y puñales, irrumpieron en el salón donde se encontraba reunida la Junta de Gobierno exigiendo la independencia absoluta. Así, la Independencia de Cartagena el 11 de noviembre de 1811 fue lograda por los Lanceros de Getsemaní.

Lograron deponer la Junta, además de exigir la independencia, demandaban de la extinción de la Inquisición oficialidad americana en el Regimiento Fijo, la división tripartita del poder, la amnistía para los implicados en el levantamiento de Mompox contra Cartagena, la devolución de los fusiles confiscados a comisionado de Cundinamarca y que en los cuerpos de pardos los oficiales fueran pardos.

Lo que se ha inferido es que los Lanceros fueron surgiendo al calor de los acontecimientos sucedidos a lo largo desde la segunda mitad del año 1810 y como resultado de una combinación entre los hombres de Getsemaní y de las iniciativas de los dirigentes del barrio en las negociaciones que entablaron con José María García Toledo.

Las acciones violentas por parte de este grupo no necesariamente son acciones anárquicas, es decir sin obedecer a un plan, propósitos y coordinación alguna. Durante los sucesos de ese día la multitud supo seleccionar a los enemigos, los tomó y los entregó.

La mayoría de los dirigentes populares de la independencia de Cartagena salieron de familias de color libres que habían diseñado estrategias personales y familiares para mejorar sus posiciones y alcanzar el reconocimiento social. Habían trabajado con ahínco, en sus talleres y en las fortificaciones o el Arsenal de la Marina, y otros fueron oficiales de las milicias durante varios decenios.

Que los habitantes terminen creando una milicia armada fue posible porque los maestros de artesanos que estaban al frente de las maestranzas,que eran las cuadrillas de trabajo, fueron los que se comprometieron con la declaración de independencia absoluta. Así la creación de los lanceros es factible por la disciplina formada por años de servicios en las cuadrillas de trabajadores del Arsenal.

Es posible que las compañías de lanceros no durarán hasta después de 1812, pues la Constitución del Estado de Cartagena de Indias estableció que los militares estaban subordinados al poder civil, no podían deliberar y que tenían que obedecer a sus superiores, evitando que se vuelvan perturbadores y enemigos de la patria y se encomendó crear un reglamento.